Cada semana en Bogotá los titulares de las noticias registran el hallazgo de un nuevo cadáver en Bogotá, cada uno de ellos encontrado en distintas localidades de la ciudad con signos de tortura y abandonados en vías públicas. Un factor común que han dado a conocer las autoridades sobre estos hallazgos, es que los cuerpos presentan signos de tortura y en su mayoría, son dejados en las basuras y carretas.
Desde hace unas semanas, la Policía de Bogotá dio a conocer que estos casos estaban vinculados a la disputa entre bandas de microtráfico de varias localidades de la ciudad, entre las que aparecen principalmente Kennedy y Los Mártires.
No obstante, la Fiscalía ha adelantado otros detalles sobre estas disputas y que tendrían que ver con en el desmantelamiento de grandes bandas, así como también con la búsqueda de definir nuevas líneas de control entre los distintos espacios en los que se mueven y se comercializan drogas en la ciudad.
En un principio, el ente acusador dio a conocer, en declaraciones recogidas por el diario El Tiempo, que la mayoría de los cadáveres encontrados son de personas de nacionalidad venezolana y que de los 15 casos, hasta ahora solo hay captura sobre uno de ellos, que tuvo que ver con el cadáver de una persona abandonada en el barrio San Bernardo, en la localidad de Santa Fe.
La disputa por las líneas de control de microtráfico
Según la Fiscalía, la captura y judicialización del líder de la banda 'Los Camilos', encargado del control de zonas en Kennedy y Bosa, sería la razón principal de los nuevos conflictos por tomar dominio de varias zonas en la capital. "Hay una pelea muy álgida entre lo que quedó de ‘Camilo’ y una nueva banda denominada ‘los Aguaceros’, que se están disputando el control de varias líneas del microtráfico en la ciudad", dijo al respecto el director de la seccional Bogotá de la Fiscalía, Manuel Martínez, al medio citado.
En cuanto a las estrategias para frenar estos casos, la Fiscalía dio a conocer que se adelantan operaciones entre la Policía, la Sijín, el CTI y Medicina Legal por la desarticulación de las grandes bandas que están en disputa, más allá de la captura y judicialización de quienes son utilizados para abandonar estos cuerpos en las calles de la ciudad.