Operaciones militares
Operativo que permitió la muerte de un disidente
Foto cortesía del Ejército
12 Abr 2022 02:54 PM

Aumenta desplazamiento forzado tras operativo militar en Puerto Leguízamo, Putumayo

Gelitza Rocío
Jiménez Cerquera
Más del 50% de los habitantes de la vereda Alto Remanso salieron de la zona por temor.

RCN Mundo se contactó con una de las víctimas tras el operativo militar que dejó once muertos, el pasado 28 de marzo, en la vereda Alto Remanso, Puerto Leguízamo en el Putumayo.

Los muertos en la acción militar fueron reportados como miembros del grupo armado ilegal Comandos de la Frontera que delinque en la Amazonía colombiana. 

Los campesinos afectados se desplazaron a distintas zonas del país por temor a otro ataque. El resto de la población tuvo que quedarse en la vereda Alto Remanso, dado a las pocas condiciones y recursos para movilizarse a distintos lugares. 

“Rechazamos que señalen a nuestras familias que hacían parte de un grupo armado. El presidente de la junta, el gobernador indígena y mi sobrino, de 16 años, no pertenecían a Comandos de la Frontera. La vereda está sola. Más del 50% de los habitantes fuimos desplazados porque siguen las agresiones por parte del Gobierno”, dijo un habitante de la zona.

La víctima a la cual no mencionamos su nombre por cuestiones de seguridad, también denunció que su vivienda fue violentada. “Tuve que salir porque en cualquier momento ingresan a mi casa, me ponen un fusil y luego dirán las Fuerzas Militares que nosotros también somos guerrilleros, ese es el temor de nosotros. La gente está huyendo, todos quieren irse”, enfatizó.

Con gran dolor y tristeza uno de los familiares de las víctimas mortales, en donde falleció un menor de 16 años, dijo que su sobrino participaba del bazar. “Mi sobrino al darse cuenta lo que pasaba, salió corriendo a la casa pero no alcanzó a llegar porque recibió impactos de bala. El corrió descalzo y luego fue presentado con medias, un jean y una camisa negra. Mi sobrino fue torturado y estamos esperando el reporte de Medicina Legal”.

Las víctimas desplazadas insisten al Gobierno esclarecer los hechos. “Pedimos al Gobierno que se ponga la mano en el pecho. Los comandantes saben que los que estaban ahí no todos eran guerrilleros. Mi sobrino apareció con un fusil cuando él jamás usó uno. Nosotros somos sangre colombiana y necesitamos respeto, que no nos tilde como guerrilleros y narco-cocaleros, como lo señaló el Ministerio de Defensa”, apuntó.

Fuente
Sistema Integrado de Información