
Mujeres rurales: la fuerza que alimenta y sostiene el campo colombiano
- Guardianas de la Tierra: El peso invisible de las mujeres rurales
Mientras Colombia debate sobre desarrollo sostenible, hay un ejército silencioso que lleva décadas construyéndolo: las mujeres rurales. Producen más de la mitad de los alimentos del país, preservan el 80% de las semillas nativas y gestionan el agua en territorios donde el Estado brilla por su ausencia. Sin embargo, su trabajo sigue siendo invisibilizado por un sistema que les niega acceso a créditos (solo el 12% lo obtiene), propiedad de la tierra (poseen menos del 30%) y participación política. La Fundación Alpina ha documentado casos como el de María, una caficultora de Cauca que debía caminar 4 horas para vender su cosecha, mientras criaba sola a sus tres hijos. "Nos llaman 'ayudas' en las fincas, como si no fuéramos las que sostenemos todo", denuncia.
Esta realidad está cambiando gracias a intervenciones con enfoque de género. En Nariño, 150 mujeres recuperaron 20 variedades de papa ancestral mediante bancos de semillas comunitarios. En La Guajira, lideresas wayúu crearon un sistema de cosecha de agua que beneficia a 3.000 personas. "No se trata de darles herramientas, sino de reconocer que ellas ya tienen el conocimiento", explica Camila Aguilar de la Fundación Alpina. Un estudio de la FAO revela que cuando las mujeres acceden a recursos, el rendimiento de sus cultivos aumenta hasta un 30%, reduciendo la inseguridad alimentaria en sus comunidades.
Cinco estrategias que están revolucionando el campo
-
Créditos con rostro de mujer
En Antioquia, la iniciativa "Tierra para Ellas" ha entregado 450 títulos de propiedad a campesinas, acompañados de capacitación en agricultura climáticamente inteligente. Los resultados: un 40% menos de deforestación en sus parcelas versus la media regional. -
Escuelas de liderazgo agroecológico
Cursos donde aprenden desde contabilidad básica hasta negociación con compradores internacionales. Juana Torres, de Putumayo, exporta ahora piña golden a Europa gracias a este programa: "Antes los intermediarios nos pagaban $500 por kilo; hoy recibimos $3.500". -
Guardianas de la biodiversidad
Un proyecto en Chocó vinculó a 80 mujeres en la protección de 1.200 hectáreas de bosque. Combinando GPS y saberes tradicionales, mapearon zonas críticas para evitar la minería ilegal. -
Redes que transforman realidades
La "Asociación de Mujeres Rurales por la Paz" (2.300 integrantes) logró que el 60% de los comités de acción comunal en Meta tengan ahora representación femenina. -
Hombres como aliados
Talleres de masculinidades en Cundinamarca han reducido en un 65% la oposición familiar a que las mujeres participen en proyectos productivos.
El futuro es femenino y rural
Los datos son contundentes: según el PNUD, comunidades con mujeres empoderadas tienen mayor resiliencia climática y menor violencia. La Fundación Alpina demostró que por cada peso invertido en su programa de género, se generan $7 en retornos sociales. Pero el desafío persiste: el 73% de las rurales aún no tiene seguridad social.
"Estamos pasando de ser espectadoras a protagonistas", dice Rosa Cabrera, quien dirige una cooperativa láctea en Boyacá. Su historia refleja el cambio: de ordeñar vacas a escondidas a administrar una planta que procesa 5.000 litros diarios. Como ella, miles están escribiendo una nueva historia para el campo colombiano.