Una fuerte controversia se desató luego de las declaraciones del alcalde electo de los Ocañeros, ingeniero Emiro Cañizares Plata durante el acto de su posesión protocolaria; Cañizares, advirtió sobre la existencia de una cifra de 30.000 millones de pesos en endeudamiento del municipio de Ocaña, la cual generó malestar en el alcalde actual, Samir Casadiego Sanjuan.
Al respecto, el mandatario próximo a salir, en diálogo con RCN Ocaña dijo que, “Se debe tener en cuenta que se viene arrastrando una deuda que obviamente hace parte del pasivo del municipio desde la alcaldía 2008 - 2011 del doctor Yebrail Hadad lo de los bonos Carrasquilla”, y acotó que el Banco BBVA logró comprar la deuda con una rebaja de intereses, pero la misma tiene vigencia hasta el año 2029, dejando un saldo de 5.000 millones de pesos y que obviamente no genera una responsabilidad a esta administración. El mandatario indicó que pagó el 65% de un decreto de cuentas por pagar por valor de 2.100 millones de pesos, acotando que “Uno no se explica como cuando existe un CDT y RP y termina una vigencia como no quedan los dineros en bancos”.
En cuanto a la deuda TERPEL la cual recibió su gobierno con una sentencia en segunda instancia, el alcalde Samir Casadiego señaló que la oportunidad para actuar jurídicamente no era posible y que este año 2023 la decisión fue ratificada condenando al municipio con una suma de 5.000 millones de pesos. Una deuda heredada del anterior gobierno fue la de 640 millones de pesos con el Banco de Bogotá y debió asumir el mandatario Casadiego al llegar al gobierno local.
Casadiego también manifestó que, el gobierno actual realizó un empréstito por el orden de 8.500 millones de pesos reflejados en tres obras que mejorarán la movilidad en el municipio de Ocaña.
Vale mencionar que el ingeniero Emiro Cañizares Plata tendrá que sortear las dificultades presupuestales del municipio a partir del 1 de enero de 2024; según expresó en el discurso de posesión protocolaria, hará los que sea necesario para sacar adelante a Ocaña y cumplirá con el mandato de la ciudadanía para revisar las obras ejecutadas pues “Se acabó la vagabundería” que ha generado mala imagen a la administración pública, pidiendo un compromiso al nuevo Concejo Municipal.