suicidio
Varios suicidios se han registrado en el municipio
Varias muertes en los últimos días vienen preocupando a las comunidades. El impacto de la pandemia estaría originando posibles efectos en la salud mental.
En lo que va corrido del mes de julio tres personas han decidido acabar con sus vidas. El primer caso ocurrió en el barrio Olaya Herrera al sur de la ciudad, donde la muerte de un hombre de 85 años causó dolor en la comunidad. El segundo caso de suicidio se registró en el barrio la Santa Cruz el pasado fin de semana; Un joven identificado como Rubén Franco Ortiz se provocó la muerte por suspensión en altura, el hecho habría ocurrido en horas de la madrugada cuando su cuerpo fue hallado por vecinos del sector. Quienes lo conocieron señalan que "era una persona callada que poco hablaba". Sobre el hecho se indicó que es materia de investigación pues al parecer no tenia problemas judiciales ni familiares.
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Otro caso que llama la atención fue el registrado en el sector de El Mortiño, zona rural de Ocaña. El cuerpo de un hombre de 27 años apareció en el piso, al interior de una vivienda y junto a una botella de licor. La identidad del occiso aun no se había determinado debido al arduo trabajo que se viene adelantando en Medicina Legal. Alerta Santanderes conoció que la situación de espera se debe a los protocolos Covid-19 sobre manejo de cadáveres y debido a la atención pacientes ingresados por accidentes de transito que requieren valoración por lesiones.
Tres serian los suicidios registrados en los últimos días en Ocaña. La crisis económica generada por la pandemia del covid-19 sumada a problemas sentimentales estarían afectando la calidad de salud mental. Al respecto, Claudia Elena Tarazona, psicóloga ocañera indicó recientemente que" se hace necesario reconocer los comportamientos de las personas allegadas que padecen depresión".
"El acompañamiento a las familias que han perdido seres queridos por la enfermedad e incluso a quienes padecen problemas de pareja".
La profesional recordó la importancia de mantener unas políticas públicas de atención en salud para evitar que se sigan presentando estos hechos en las familias.
Según datos de Medicina Legal Ocaña en junio dos personas acabaron con sus vidas en la región, una muerte en Hacarí y otra en el municipio de Abrego.
Ante estos hechos se prenden nuevamente las alarmas en el sector salud por muertes autoprovocadas, un tema difícil de asimilar pero que hace parte de la nueva realidad en pos-pandemia.
Fuente
Alerta Santanderes
