
Barrancabermeja: 26 años de impunidad desde la Masacre del 16 de Mayo de 1998
Hoy, Barrancabermeja se sumerge en el aniversario de un dolor que persiste en la memoria colectiva. Se cumplen 26 años desde que la violencia envolvió al barrio El Campín de la comuna siete. La Masacre del 16 de Mayo de 1998, perpetrada por autodefensas de Santander y el Sur del Cesar (Ausac), dejó un saldo de siete personas asesinadas y 25 desaparecidas.
Esa tarde, mientras los residentes se preparaban para un bazar benéfico, las balas se escucharon y desataron temor en el Distrito Petrolero. Desde entonces, los familiares de las víctimas de la masacre han encabezado una incansable búsqueda, se han convertido en líderes sociales que día a día claman por justicia y la verdad.
Cada 16 de mayo, Barrancabermeja se manifiesta en conmemoración de este día y en contra del olvido. Los barranqueños buscan sensibilizar sobre la importancia de dignificar y perseguir la verdad, señalan que: "La impunidad no puede prevalecer ante la memoria de aquellos que fueron arrebatados, ni ante el dolor de quienes aún buscan respuestas."
Los familiares de las víctimas han exclamado que constantemente enfrentan amenazas y obstáculos en la búsqueda de sus seres queridos, pero su determinación no ha flaqueado. Han convertido su dolor en un motor de lucha, exigiendo justicia en los tribunales y levantando la voz en cada conmemoración.
Hoy, en el marco de este aniversario #26, levantaron la voz en demanda de justicia. Desde la instalación de la Audiencia Pública por desapariciones forzadas, hasta las diversas actividades que honran la memoria de las víctimas, Barrancabermeja reafirma su compromiso de no descansar hasta que se haga justicia.
Hoy, las actividades comenzarán desde las 9 de la mañana en la plazoleta de la DIAN, allí estará la galería de los desaparecidos, donde se reunirán aquellos que buscan justicia y verdad. A las 5:30 de la tarde, un acto litúrgico en la Iglesia San Pedro Claver del barrio El Campín, presidido por Monseñor, será un espacio de reflexión y memoria, donde los familiares de las víctimas seguirán exigiendo justicia y recordando a aquellos que fueron arrebatados demasiado pronto.