
La comunidad de Girón acompaña hoy a los familiares de Kerly Cuevas, una niña de tan solo 8 años cuya vida fue arrebatada de manera cruel por un hombre de 60 años el pasado miércoles, 1 de mayo. El dolor se hizo palpable cuando Medicina Legal entregó el cuerpo de la pequeña a su afligida madre, Kelly Johana Materán Rivero.
El trágico suceso ocurrió cuando Kerly fue sacada de su hogar por Alirio Cuevas, dueño de la casa donde residía la pequeña junto con su mamá, como se evidencia en imágenes, el hombre la conduce a la estación de Metrolínea abandonada, ubicada en Girón y allí acaba con la vida de Kerly con golpes contundentes en su cabeza. Este lugar, ahora se convierte en símbolo de una tragedia incomprensible.
El proceso de identificación y determinación de las causas de su fallecimiento fue rápido, según el abogado Víctor Colmenares, representante legal de la familia. Gracias a las pruebas de ADN, el cuerpo de Kerly pudo ser entregado a su madre para que pueda recibir una cristiana sepultura este lunes en Girón, ya que, por resultados que aún falta determinar, el cuerpo no podrá ser trasladado a Venezuela.
Mientras tanto, en la Funeraria La Aurora se lleva a cabo la velación de la pequeña, seguida por honras fúnebres que precederán su traslado al cementerio de Monguí, también en Girón. La comunidad se ha unido en solidaridad con la familia en este momento de profundo dolor.
Sin embargo, el abogado aún espera conocer los dictámenes forenses de Medicina Legal para determinar si aparte de la desaparición y el crimen, hubo violación o maltrato antes de que Kerly falleciera.
El director regional de Medicina Legal, Jorge Humberto Rueda, ha señalado que el cuerpo de la pequeña debe permanecer en Colombia, a pesar de las intenciones de su madre de llevarlo a Venezuela, debido a posibles solicitudes de nuevas pruebas durante el juicio. Esto se debe a que Alivio Gualdrón Rojas, de 60 años, no ha aceptado los cargos por el crimen, siendo imputado únicamente por desaparición forzada agravada.
Una vecina de la familia expresó su preocupación y llamó a la reflexión sobre la confianza en las personas que cuidan a los niños. Las palabras de la vecina resuenan como un llamado a la conciencia en medio de un mundo lleno de peligros.
En medio del luto y la indignación, Girón se une para despedir a Kerly. Sus vecinos y familiares exigen justicia por la memoria de Kerly Cuevas, que perdurará como un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de proteger a los más vulnerables.