“Es un héroe, un soldado de Dios”: Familia de soldado muerto en atentado en Aguachica, Cesar
En un día marcado por la tristeza y el duelo, las familias de los siete soldados caídos en el ataque a la base militar en Aguachica, Cesar, se reunieron para recibir a sus seres queridos por última vez.
Los cuerpos, envueltos en banderas y rodeados de un profundo respeto, llegaron a Medicina Legal en Bucaramanga, donde cada familia esperaba con el corazón hecho un nudo. La pérdida de estos jóvenes guerreros no solo representa un golpe para sus familias, sino también para toda la nación que llora la pérdida de sus valientes.
Entre los dolientes, la familia de Brandon Daniel Martínez se destacó por su fortaleza en medio del dolor. Su madre, Gloria Cecilia Valderrama Martínez, recordó a su hijo como un joven lleno de sueños y aspiraciones. "Siempre fue trabajador y disciplinado", decía con lágrimas en los ojos, mientras recordaba cómo su hijo había decidido prestar servicio militar con la esperanza de construir un futuro brillante para él y su familia. Ahora, la realidad era devastadora, pero su espíritu seguía vivo en los recuerdos que compartían.
#Video l Ya fue entregado a su familia el cuerpo de Brandon Daniel Valderrama, el soldado santandereano que falleció tras atentado territorista del ELN en Aguachica.
📌Los seis cuerpos de los demás soldados serán trasladados a sus ciudades en próximas horas pic.twitter.com/4c9cS3q9Cv
— RCN Radio Bucaramanga (@RCNBga) December 21, 2025
#Video l Se adelantó una velatón en el Batallón Ricaurte en #Bucaramanga, donde se rindió homenaje a la memoria de los siete soldados fallecidos en base militar de Aguachica, Cesar.
📌 En el sitio estuvieron los familiares del soldado santandereano Brandon Valderrama pic.twitter.com/oHtbKNewI7
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Brandon, de tan solo 21 años, había expresado su deseo de ser trasladado a Bucaramanga, una ciudad que simbolizaba sus aspiraciones y anhelos. "Ahora es un soldado de Dios", afirmó su familia, encontrando consuelo en la creencia de que su hijo estaba en un lugar mejor, protegiendo a quienes amaba desde el cielo. Esta frase resonaba en el corazón de quienes conocían al joven, un recordatorio de su valentía y dedicación a su país.
El Ejército Nacional, en un acto de homenaje, rendiría honores a estos héroes caídos. En cada ceremonia, el respeto y la solemnidad se apoderarían del ambiente, recordando a todos que estos hombres no solo eran soldados, sino también hijos, hermanos y amigos que dieron su vida por la defensa de la patria. Las familias, aunque desgarradas por la pérdida, se unieron en su dolor, sintiendo la fuerza de la comunidad que los rodeaba.
La entrega de los cuerpos, una escena marcada de mucho dolor no solo marcaba el cierre de una realidad que vive el país, sino que también encendía una llama de esperanza. Las familias se comprometieron a honrar la memoria de sus seres queridos, asegurándose de que su sacrificio no fuera en vano. Con cada lágrima derramada, también había un grano de fortaleza que surgía, una promesa de seguir adelante en su honor.
Mientras tanto, el país vuelve a enfrentarse a una realidad dolorosa: la de soldados que pierden la vida en medio del conflicto, dejando hogares rotos y corazones llenos de preguntas. Cada nombre, cada rostro, recuerda el alto costo que sigue pagando Colombia en medio de la violencia.
Hoy, cuando el Ejército Nacional rinda honores a los militares fallecidos, no solo se exaltará su labor, sino también la memoria de jóvenes como Brandon Daniel Valderrama Martínez, cuya vida se apagó demasiado pronto. Su historia queda grabada en el dolor de su familia y en el recuerdo de una nación que llora a sus héroes caídos.