La USO y Alianza Colombia Libre de Fracking unen fuerzas en contra de la fracturación hidráulica en Colombia
La Unión Sindical Obrera de la Industria del Petróleo (USO) y la Alianza Colombia Libre de Fracking, informaron a través de un comunicado que están uniendo fuerzas para proteger la región del Magdalena Medio y el país de la fracturación hidráulica.
El dirigente sindical, David Gómez, informó que la decisión fue tomada desde la pasada Asamblea Nacional de Delegados de la USO, una determinación institucional que se opone a la explotación de yacimientos no convencionales y a los pilotos que se van a llevar a cabo en Colombia.
“Por esta razón, la Junta Directiva Nacional, en consenso, tomó la decisión de adherirse a Colombia Libre de Fracking, no solamente para oponerse a esta técnica, sino a los pilotos que se van a desarrollar en el país”, dijo David Gómez.
El presidente de la Unión Sindical, Edwin Palma, por su parte, afirmó que la USO une esfuerzos con distintas organizaciones sociales y políticas del país; para oponerse a esta técnica de explotación y aboga por una acelerada transición energética justa.
En representación de la Alianza Colombia Libre de Fracking, Oneida Suárez aseguró que el Gobierno Nacional sigue otorgando contratos a empresas como ExxonMobil, una entidad que está sancionada a nivel internacional por los impactos ambientales dentro de la industria petrolera, responsable de los gases de efecto invernadero que causan una aceleración en el cambio climático.
También indicó la líder ambientalista que: “Celebramos la unión del sindicato de la industria petrolera a esta lucha anti-fracking, en miras de que en Colombia no se deben hacer pilotos “científicos” y luego nos salen con una mentira como hizo el presidente Iván Duque desde su campaña, donde aseguraba que no habría hidrofracturación y en este momento lo está planteando”. Acotó Suárez.
Este tema sin duda, sigue provocando gran polarización en el país; a su vez; el Gobierno Nacional dijo que Colombia tiene un potencial de entre 3.000 millones y 9.000 millones de barriles de crudo equivalentes en yacimientos no convencionales, es decir entre dos y seis veces las reservas actuales que alcanzan para 6,3 años de consumo.