cementerio antiguo san gil
Suministrada
9 Jun 2022 04:39 PM

¿No pueden descansar en paz? Denuncian profanación de tumbas en cementerio de San Gil

Estefanía
Pedraza Bautista
La caída de un muro y la falta de vigilancia tienen en total abandono al antiguo camposanto.

No es la primera vez que la comunidad pide atención de vigilancia en el antiguo cementerio de San Gil, en Santander. Denuncian que personas se han estado aprovechando del abandono del recinto para ingresar a robar las lápidas, elementos de hierro y venderlos.

Hace un mes se cayó un muro que permite el ingreso mucho más fácil sin ningún tipo de seguridad. Por lo que, en vista de no ver una respuesta por parte de la administración del camposanto, la comunidad y el padre Eugenio Pelayo decidieron donar el cercado para tapar el hueco.

El padre nos expuso la situación que se estaba viviendo en el cementerio, comentándonos que los amigos de lo ajeno estaban entrando en la noches a hurtar las lapidas del cementerio para venderlas”, mencionó Mauricio Jerez, habitante del sector del Bosque, en San Gil.

Debido a esto nació una propuesta para solucionar la problemática. El padre Pelayo puso los materiales para los arreglos y la comunidad de la zona donó la mano de obra para cercar la zona donde se cayó el muro. 

“Es muy preocupante y eso no solo afecta al párroco, sino a la comunidad en general porque yo creo que la mayoría tenemos a nuestros familiares ahí y es muy incómodo visitar la tumba y encontrar que fue profanada”, añadió Jerez.

No más de 10 personas fueron las encargadas de realizar esta labor en el transcurso de una mañana. Una acción que ni las autoridades, ni la administración del cementerio fue capaz de responder a tiempo.

“Se hace una invitación a que tengamos sentido de pertenencia, que cuando veamos cualquier tipo de situación que genere peligro para la comunidad como tal, no solo esperemos una retribución económica. Es importante que haya intención de la comunidad para este tipo de labores sociales”, puntualizó.

El cementerio antiguo de San Gil ubicado en la carrera séptima con calle 19 no está funcionando, luego de habilitar el nuevo Parque Cementerio Valle de la Esperanza en otro sector del municipio. Sin embargo, el párroco continúa realizando misas en la capilla antigua.

Además familiares y personas siguen asistiendo a lugar para visitar a los difuntos que permanecen en el camposanto.

Según los testimonios que viven la inseguridad en el barrio denuncian que en la horas de la noche no hay vigilancia, motivo por el cual preocupa que el cerco que se puso no sea la solución definitiva para este problema.

Aunque la Policía ya está enterada, lo habitantes decidieron tomar una decisión, ya que las autoridades que hay en San Gil no son suficientes para las casi 70 mil personas que habitan el municipio. Por lo que los pobladores exigen mayor atención en la seguridad de la capital turística de Santander.

Fuente
Sistema Integrado de Información