Los hechos permitieron la reacción de las autoridades en corto tiempo.
En menos de 24 horas la Policía logró recuperar dos campanas que habían sido hurtadas del cementerio del municipio de Charalá, Santander.
El comandante de la Policía, coronel Franklin Cruz, señaló que los delincuentes habían violentado chapas y todos los accesos del camposanto, para llegar hasta las campanas, las cuales tienen un valor histórico.
El oficial sostuvo que a partir del momento en que se conoció del hurto se desarrolló un operativo que permitió ubicar las campanas en el municipio de Chiquinquirá.
Por el momento no se confirmó si hubo capturas por este ilícito que había generado polémica en Charalá.
El párroco del municipio, Juan Carlos Hernández, manifestó que es preocupante la situación de inseguridad que se vive en la región, que al final llegó a estos delincuentes a hurtar las campanas.
“El robo en su momento fue considerado como un hecho lamentable y triste, porque no se entiende como estos sujetos llegan a robarse estos elemento”, afirmó.
El sacerdote indicó que los ladrones utilizaron escaleras, cadenas alambres y los elementos que las sostenían en el campanario.
Aseguró que este es un acto de ofensa para toda la comunidad y por eso llamó la atención de todas las personas para que estén pendientes de cualquier hecho de inseguridad que se pueda presentar en esta población santandereana.
Destacó la labor de la Policía Nacional al poder ubicar y recuperar las campanas, las cuales son un bien histórico.
Ahora, dijo, es necesario que se vuelvan a instalar las campanas al tiempo que se debe reforzar la seguridad en todo el sector.
“Las campanas tienen un alto valor económico, pero más allá está el valor histórico por la mezcla de metales con las que fueron construidos, incluso tienen hasta oro”, puntualizó.
Fuente
Sistema Integrado de Información
