
Informe internacional califica como ambivalente la situación de la libertad de prensa en Colombia
Aunque Colombia conserva una puntuación global estable en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2025, publicada por Reporteros Sin Fronteras (RSF), la región enfrenta una crisis profunda. La situación del periodismo en América está marcada por retos estructurales, económicos y políticos, con consecuencias alarmantes para la democracia y el derecho a la información.
En el informe más reciente de RSF, Colombia ocupa el puesto 115 entre 180 países evaluados. Si bien no presenta retrocesos significativos en el último año, la ambivalencia del gobierno hacia los medios de comunicación plantea serias preocupaciones. El reporte destaca que la política del presidente Gustavo Petro ha oscilado entre el respaldo a un ecosistema mediático diverso —que incluye medios alternativos, comunitarios y locales— y un discurso frontal contra la prensa tradicional. Todo esto ocurre en un contexto donde persisten amenazas graves a la seguridad de los periodistas.
Colombia es una excepción parcial en una región en retroceso. En América, 22 de los 28 países analizados han sufrido un descenso en su indicador económico, como resultado de un modelo mediático cada vez más frágil. El colapso de los ingresos publicitarios tradicionales —trasladados ahora a plataformas tecnológicas globales— ha dejado a muchas redacciones debilitadas, reducidas y vulnerables a presiones externas. Esto ha afectado la independencia editorial y ha fomentado la autocensura, a la vez que facilita la propagación de propaganda y desinformación.
Puede leer: Senado exige aclaraciones al Gobierno por mensaje de urgencia en la ‘mini-reforma’ laboral
“El periodismo pierde su capacidad de informar sobre temas de interés general y, en ese vacío, crecen la manipulación y los discursos oficiales sin cuestionamientos”, alerta RSF. En este escenario, la estabilidad democrática se ve comprometida por la degradación del entorno mediático.
En otros países, la situación es aún más crítica. Argentina (87º) se ha desplomado 47 posiciones en solo dos años, tras el estigmatizante discurso del presidente Javier Milei y el desmantelamiento de medios públicos. Perú (130º) ha perdido 53 puestos desde 2022, víctima del acoso judicial y la desinformación. El Salvador (135º) continúa su caída bajo el gobierno de Nayib Bukele, acumulando un descenso de 61 posiciones desde 2020.
Mientras tanto, Estados Unidos (57º) enfrenta un panorama de desiertos informativos, creciente desconfianza pública y desaparición de medios locales, exacerbados por el segundo mandato de Donald Trump. Nicaragua (172º), por su parte, se convierte en el país con la peor calificación de América Latina, incluso por debajo de Cuba (165º), tras erradicar los medios independientes y forzar al exilio a decenas de periodistas.
Más: Banco de la República reduce las tasas de interés al 9,25%
En contraste, Brasil (63º) ha mostrado una notable mejora tras el fin del mandato de Jair Bolsonaro, escalando 47 posiciones. México (124º), sin embargo, sigue siendo el país más peligroso del continente para ejercer el periodismo, y ha registrado una de las caídas económicas más drásticas del sector mediático.