
Sudán prende alarmas: aumentan los mercenarios colombianos en su guerra civil
El Gobierno de Sudán, controlado por la cúpula militar, reiteró este lunes su denuncia sobre la participación de mercenarios de Colombia que luchan con el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en la guerra en curso en el país africano, tras un repunte de la violencia en la estratégica región occidental de Darfur.
El Ministerio de Exteriores sudanés dijo en un comunicado que "ha señalado reiteradamente la participación de cientos de miles de mercenarios de países vecinos y de fuera del continente africano" en la guerra, un fenómeno que "amenaza la paz y la seguridad en la región y en el continente".
En este sentido, recordó que el Ejército "posee todos los documentos y pruebas que demuestran la participación de mercenarios de la República de Colombia", entre otros que son "patrocinados y financiados por Emiratos Árabes Unidos", acusado de apoyar a los paramilitares sudaneses pese a que Abu Dabi lo niega.
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Esta nueva denuncia se produce después de que medios sudaneses informaran de que las FAR han cedido el control a los mercenarios colombianos del campo de desplazados de Zamzam, uno de los campamentos más grandes de Sudán ubicado en la localidad de Al Fasher, el último reducto del Ejército sudanés en todo Darfur.
El portavoz de Zamzam, Mohamed Jamis Douda, dijo en un comunicado difundido el domingo por el medio Sudan Tribune que, después de que los paramilitares se hicieran con el campamento el 11 de abril tras tres días de ataques que obligaron a huir a casi medio millón de personas, el sitio ha sido ocupado "por mercenarios extranjeros".
Asimismo, afirmó haber visto "grupos armados hispanohablantes" en la zona y denunció que la de Sudán "es una guerra de aniquilación contra civiles desarmados, seguida de una ocupación sistemática con la ayuda de mercenarios extranjeros".
Tras la ocupación de las FAR en abril, el campo de Zamzam ha quedado vacío de desplazados y ha sido convertido en una suerte de cuartel militar donde ahora han instalado cañones de obuses y otras armas pesadas utilizadas para bombardear Al Fasher, que está bajo asedio de los paramilitares desde hace más de un año.
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Ante la llegada de más mercenarios, el Gobierno sudanés denunció que este fenómeno "impone una nueva realidad que amenaza la soberanía de los Estados" y "altera el curso de la guerra, convirtiéndola en una guerra terrorista transfronteriza liderada por terceros", según el comunicado.
La guerra en Sudán estalló el 15 de abril de 2023 y, desde entonces, decenas de miles de personas han muerto y otros 13 millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares, lo que ha convertido al país africano en el escenario de la peor crisis humanitaria del planeta, según Naciones Unidas.