Incendio en Bucaramanga: Más de 55 familias perdieron todo en el asentamiento 12 de octubre
Una tragedia devastadora golpeó anoche al asentamiento humano 12 de Octubre, ubicado en el occidente de Bucaramanga.
Un incendio de grandes proporciones arrasó con decenas de viviendas, dejando a más de 55 familias damnificadas. Muchas de estas familias se encontraron con lo puesto, al perder en cuestión de minutos no solo sus casas, sino también sus enseres y recuerdos más preciados.
#Video l Javier Correa uno de los habitante afectados con el incendio en el sector del 12 de octubre bajo en #Bucaramanga, relata los momentos difíciles que vivieron tras el incendio presentado en esta zona en las horas de la noche, prácticamente perdió su vivienda pic.twitter.com/FtKJ8M1v9M
— RCN Radio Bucaramanga (@RCNBga) December 13, 2025
#Video | Balance de incendio en el sector 12 de Octubre de #Bucaramanga
55 viviendas afectadas y 163 personas damnificadas, 5 animales quemados, además cinco personas quemadas, dos de gravedad las cuales están en centros asistenciales. pic.twitter.com/UItsj1FJ0R
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El siniestro se originó en el sector conocido como Las Pilas, una zona situada en la escarpa, donde las condiciones de las construcciones facilitaron la rápida propagación de las llamas.
Las viviendas, en su mayoría levantadas con materiales livianos, ardieron con facilidad, convirtiendo el paisaje en un mar de fuego y desesperación.
Los vecinos del sector se enfrentaron a una lucha contrarreloj para contener el avance del fuego. En medio del caos, se vivieron escenas de angustia profunda: hombres y mujeres intentaban rescatar a niños, adultos mayores y algunas pertenencias, mientras el humo denso cubría gran parte del asentamiento, intensificando el temor en la comunidad.
Testigos del incidente relataron momentos de desesperación, pero también de solidaridad. Varios habitantes se unieron para auxiliar a quienes quedaron atrapados o no podían salir por sus propios medios. La comunidad demostró un espíritu de unión y apoyo mutuo en medio de la adversidad, destacando la importancia de la colaboración en momentos críticos.
Javier Alberto Correa, habitante de la zona, y quien tenía una tienda en el sitio, describió los momentos de desesperación y de susto que se vivieron antes, durante y después del incendio.
“Me quedó todo destruido, todo en ruinas, fue gracias a una vecina que me avisó que estaba encendida una casa, y aunque tratamos de controlarlo no fuimos capaces porque ya las llamas estaban arrasando todas las casas, lo único que pudimos hacer fue ayudar a sacar los cilindros y a las personas que se encontraban en las casas, algunos tomaron ropa, niños y salieron de las casas asustados”
Así mismo relató “el incendio comenzó sobre las 9 y 30 de la noche porque yo ya iba a cerrar la tienda, pero cuando escuchamos fue los gritos de las personas, hemos escuchado tantas versiones sobre qué ocasionó el incendio, unos dicen que una vela, que un corto circuito, pero desconocemos de la realidad de la situación; ahora sólo pedimos que nos ayuden, que la alcaldía no nos dejen solos y que las personas de buen corazón se acerquen y nos den ayudas como alimentos, cosas para el aseo, y ropa”.
De manera preliminar, se conoció que algunas personas habrían sufrido graves quemaduras. Varias de ellas están siendo atendidas en centros asistenciales, aunque hasta el momento no se ha confirmado oficialmente el número exacto de heridos. La incertidumbre y la preocupación por el bienestar de los afectados se apoderaron de los vecinos y de las autoridades.
La respuesta de los organismos de socorro fue inmediata, quienes llegaron al lugar para controlar el incendio y brindar asistencia a los damnificados. La comunidad se unió en un esfuerzo conjunto, ofreciendo apoyo logístico y moral a quienes lo habían perdido todo en la tragedia.
Las autoridades locales han expresado su compromiso de ayudar a las familias afectadas, anunciando la implementación de medidas de emergencia para proporcionar refugio y asistencia básica. Sin embargo, la recuperación será un proceso largo y complicado, ya que muchas familias enfrentan la difícil tarea de reconstruir sus vidas desde cero.
Este trágico evento pone de manifiesto la vulnerabilidad de los asentamientos en zonas de riesgo y la necesidad urgente de implementar políticas que garanticen la seguridad y el bienestar de sus habitantes. La comunidad del 12 de Octubre, además de lidiar con la pérdida, se enfrenta ahora al reto de unirse y reconstruir no solo sus hogares, sino también su esperanza.