Ordenan cárcel para el policía vinculado al hurto en una joyería donde murió el intendente Fredy Leal
El Juzgado 11 Penal Municipal, con función de control de garantías, negó la solicitud de detención domiciliaria para el subintendente Richard José Sierra Bravo e impuso medida de aseguramiento en centro carcelario, además de restricciones no privativas de la libertad, como la prohibición de la salida del país. El funcionario judicial explicó que su decisión se justifica, entre otros factores, por el riesgo de un posible vencimiento de términos.
Durante la audiencia, el despacho judicial señaló que Sierra Bravo habría participado como coautor del intento de hurto a una joyería en un centro comercial de Bucaramanga, hecho en el que murió el intendente de la Policía, Fredy Leal. Inicialmente su rol había sido catalogado como el de cómplice, pero tras el análisis de las pruebas entregadas por la Fiscalía, incluyendo la versión de un testigo y de uno de los delincuentes que colabora con la justicia, la autoridad concluyó que su participación fue determinante.
El togado destacó que Sierra Bravo contaba con 18 años de servicio, más de nueve condecoraciones —la última en 2024— y más de 60 felicitaciones, lo que lo convertía en una pieza clave para la banda. Según se reveló en la diligencia judicial, el grupo delictivo buscaba un agente con trayectoria y peso dentro de la institución.
La investigación indica que los delincuentes llevaron más de un mes reuniéndose dentro y fuera del centro comercial para planear el hurto, y que el subintendente los acompañó en este proceso. Uno de los testigos afirmó: “Ese trabajo no se podía hacer sin policías", mientras el otro testigo aseguró: “Me dijo que podíamos trabajar con bandas dedicadas al hurto de joyerías y cajeros”. Para el operador judicial, estos elementos descartan que Sierra Bravo fuera un simple cómplice: “Resulta claro que habría una concurrencia en la actividad delictiva asociada a su traslado y a las reuniones. No creo que sea coincidencia”.
El despacho también resaltó la gravedad de los hechos: “La ciudad no había vivido tal barbarie. Se atentó un sábado, cuando hay más público y más presencia policial, además era un día de comercio presencial y digital intensificado por el Black Friday”.
#Atención | El Juzgado 11 Penal Municipal con función de control de garantías, negó la medida de detención domiciliaria contra el uniformado Richard José Sierra Bravo y se impuso medida de aseguramiento en centro carcelario. pic.twitter.com/BAmxuGEmNT
— RCN Radio Bucaramanga (@RCNBga) December 7, 2025
Según el análisis judicial, el papel del uniformado fue decisivo: “¿Cómo podían creer que tendrían éxito en tal tamaño criminal? La respuesta es Richard. Era un agente experimentado y ese fue el diferencial que permitió que se atrevieran a un hecho de tal magnitud”. El testigo sostuvo además que Sierra Bravo habría proporcionado “las coordenadas” para ejecutar el plan y que recibiría una parte igual de las ganancias de las joyas hurtadas. “Se podría decir que fue como un líder; sin su liderazgo no se habría podido dar el atraco”, afirmó el togado.
La Fiscalía estableció que el robo frustrado tenía un avalúo cercano a mil millones de pesos, cifra que podría aumentar según el valor de las piedras preciosas. Por estos hechos, Sierra Bravo podría enfrentar una pena entre 500 y 700 meses de prisión, es decir, entre 40 a 50 años, debido a los daños a bienes jurídicos indirectos como el fallecimiento del intendente Fredy Leal y la afectación a ciudadanos y policías presentes.
La autoridad judicial enfatizó que el procesado actuó con dolo, pues su experiencia profesional le permitía comprender la gravedad de sus actos: “La pena es altísima; el último cuarto de dosificación puede superar los 40 años de prisión, o incluso llegar al máximo permitido por la ley”.
Tras la decisión de negar la detención domiciliaria, la defensa argumentó que el subintendente sí tenía arraigo en Bucaramanga. Sin embargo, el abogado de las víctimas indicó que las autoridades encontraron que Sierra Bravo no residía formalmente en la ciudad, sino que vivía en las instalaciones del Frente Sur de la Policía, sitio donde fue capturado.