
En Bucaramanga buscan potenciar las habilidades de los niños mediante la robótica
Actualmente la tecnología y principalmente los teléfonos celulares se han convertido en herramientas fundamentales tanto para la vida laboral como académica, y también se usa evidentemente en las relaciones entre personas para comunicarse y compartir información a través de las redes sociales.
El masivo uso de las pantallas afecta considerablemente a los más jóvenes, pues son justamente los menores de edad los que están más expuestos a las consecuencias del uso desmedido de las herramientas tecnológicas, llegando a perder tradiciones como los juegos en los barrios, los espacios compartidos para crear, entre otros aspectos que con el paso del tiempo han pasado a un segundo plano.
Hoy en día los papás le están dejando la crianza a los celulares, para que el niño no moleste, no pregunte, no hable mucho, les dan un celular y el niño puede durar 3 o 4 horas seguidas, todo el tiempo que tienen disponible lo usan en pantallas y eso es preocupante
Carlos Rueda, ingeniero mecatrónico.
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Robots hechos de madera
La idea es que los jóvenes entre los 5 y 15 años que participen de las capacitaciones puedan potenciar sus habilidades, mediante la ejercitación de sus mentes y el uso de sus manos, pues según estudios especializados, se afirma que cada vez los niños usan menos sus manos, pues utilizan más que todo los pulgares para realizar acciones en los celulares o dispositivos tecnológicos.
En las capacitaciones los niños trabajan con robots hechos inicialmente a base de madera, dándoles la posibilidad de personalizarlos a su gusto y darle un toque especial utilizando su capacidad para crear e imaginar.
Cuando un niño imagina su cerebro se expande y es lo que queremos, que ellos puedan personalizar
agregó el ingeniero Carlos, quien dirige la academia de robótica educativa CastorBot, que tiene sede en el barrio Alarcón de Bucaramanga.
Labor social
Con los recursos que se reciben por los pagos de las inscripciones de los niños a los cursos de robótica, se toma un porcentaje para invertir en la labor social de llevar actividades a los barrios de escasos recursos, en donde hay muchos niños talentosos, con habilidades para crear y explorar, pero que por la falta de apoyo o recursos no logran potenciar sus virtudes.
Estas labores se realizan dos veces por año, y la idea es que gracias al apoyo de los padres de familia y la comunidad en general se puedan realizar en diferentes barrios, dándole la oportunidad a jóvenes que de otra manera no podrían acceder a este tipo de capacitaciones en robótica.
En estas labores se entregan kits que incluyen un prototipo robótico, que tiene como objetivo que el niño pueda fabricar su propio juguete o regalo, dándole un valor añadido a la labor.
Ellos tienen la oportunidad de aprender robótica de forma sencilla, es un taller de tres horas que hacemos con ellos, arman su prototipo y se quedan con él y disfrutan ese momento
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