Presidente JEP Eduardo Cifuentes
Presidente JEP Eduardo Cifuentes
Jurisdicción Especial para la Paz
15 Jul 2021 12:25 PM

JEP imputó cargos a otros 15 militares por falsos positivos

Mauricio
Collazos
El llamado a responder a estos uniformados es por el asesinato de 127 personas en el norte de Cesar y el sur de La Guajira.

La Sala de Reconocimiento de la JEP les imputó crímenes de guerra y de lesa humanidad a otros 15 miembros del Ejército que hicieron parte del Batallón de Artillería No.2 La Popa de Valledupar, entre el 9 de enero de 2002 y el 9 de julio de 2005, por estar implicados por más de un centenar de homicidios cometidos en el marco de los ‘Falsos Positivos”.

Los 15 miembros del Ejército llamados a responder por estos hechos son dos tenientes coroneles, tres mayores, un teniente, dos subtenientes, dos sargentos primero, un sargento viceprimero, un cabo tercero y tres soldados profesionales quienes fueron declarados máximos responsables por su participación determinante en el asesinato de 127 personas en el norte de Cesar y el sur de La Guajira. 

Al contrastar la información, que hace parte del acervo probatorio, la JEP determinó que cada uno de los imputados tuvo un rol esencial en la configuración de los patrones criminales y participó en conductas especialmente graves y representativas, sin las cuales no se hubiera desarrollado y perpetuado el plan criminal. 
 

Los magistrados determinaron que existió un ataque generalizado y sistemático contra la población civil en relación con estos graves hechos y ante ello les imputó los delitos de homicidio en persona protegida y desaparición forzada contemplados en el Código Penal colombiano, así como los crímenes de lesa humanidad de asesinato y desaparición forzada de personas, y el crimen de guerra de homicidio. 

Los imputados, en calidad de autores mediatos, son los tenientes coroneles Publio Hernán Mejía Gutiérrez, comandante del Batallón de Artillería No.2 La Popa entre 2002 y 2003, y Juan Carlos Figueroa Suárez, quien lo sucedió entre 2004 y 2005. 

La JEP estableció que del total de crímenes, 75 ocurrieron bajo el mando de Mejía Gutiérrez y 52 bajo el mando de Figueroa Suárez y en un gran número de los hechos ocurrió desaparición forzada. 

También se evidenció que los pueblos indígenas wiwa y kankuamo, especialmente, fueron víctimas de un daño grave, diferenciado y desproporcionado por parte de algunos integrantes de esta unidad militar. 

Igualmente, a título de coautores fueron imputados el mayor José Pastor Ruiz Mahecha, oficial de inteligencia y de operaciones; el mayor Guillermo Gutiérrez Riveros, comandante de batería y oficial de operaciones; el mayor Heber Hernán Gómez Naranjo, responsable de la sección de operaciones y jefe de estado mayor; el sargento primero Efraín Andrade Perea, responsable de la sección segunda; el sargento primer Manuel Valentín Padilla Espitia, agente de inteligencia externa de la sección de inteligencia, y el teniente Carlos Andrés Lora Cabrales, comandante de batería y comandante del grupo especial Trueno.

Así mismo, fueron imputados el subteniente Eduart Gustavo Álvarez Mejía, comandante de pelotón; el sargento viceprimero José de Jesús Rueda Quintero, comandante de pelotón; el subteniente Elkin Leonardo Burgos Suárez, comandante de pelotón; el cabo tercero Elkin Rojas, comandante de escuadra; el soldado profesional Juan Carlos Soto Sepúlveda quien hizo parte del pelotón Albardón 3 y los soldados profesionales Yeris Andrés Gómez Coronel y Alex José Mercado Sierra, que conformaron pelotones del BAPOP, en particular, el grupo especial Zarpazo.

La JEP determinó que los 15 imputados hicieron parte de una organización criminal que se conformó dentro de la unidad militar y a través de la cual se desplegó una conducta extendida, y a gran escala, para presentar resultados operacionales ficticios en los que presentaron como “bajas en combate” a personas asesinadas en estado de indefensión por miembros del Ejército o por paramilitares”, aseguró el magistrado Óscar Parra.

Fuente
Sistema Integrado de Información