
A 6 meses del inicio de la confrontación armada en el Catatumbo más de 72.000 personas han salido desplazadas
Se cumplen seis meses del inicio de la confrontación armada en la región del Catatumbo entre el Ejército de Liberación Nacional y las disidencias de las FARC, que ha dejado un número considerable de personas desplazadas, confinadas y asesinadas, luego que integrantes del ELN llegaran casa a casa para asesinar a integrantes y familiares de miembros de las disidencias en varios puntos del Catatumbo.
La masacre de una familia en la vía que comunica el municipio de Tibú con la ciudad de Cúcuta, al parecer fue el detonante de una de las ofensivas armadas más violentas de los últimos años en la región del Catatumbo, donde el ELN y las disidencias de las FARC se disputan el control territorial y el negocio del narcotráfico en un área próxima a la frontera entre Colombia y Venezuela.
Según el último informe emitido por la gobernación de Norte de Santander, 146 personas han sido asesinadas, de las cuales 128 son civiles, 6 firmantes de paz, 3 líderes sociales y 9 menores de edad en municipios como Tibú, Teorama y Convención, El Tarra, Hacarí, entre otros.
Desplazamiento
El fenómeno de desplazamiento que se sigue presentando en la región, según la gobernación de Norte de Santander alcanza las 72.588 personas en esta condición, que se han ubicado especialmente en la ciudad de Cúcuta, Ocaña, y Tibú.
Este fenómeno impactó directamente a la ciudad de Cúcuta, una de las zonas de mayor recepción de esta comunidad que hasta la fecha ha atendido a 33.737 personas, generando una de la crisis humanitaria más complejas en la región, que se puede comparar con el éxodo masivo de miles de migrantes en la frontera en el año 2015 ante la expulsión de miles de personas por parte de Nicolás Maduro.
En el municipio de Ocaña aún se mantienen instalados espacios donde se presta atención integral a un número importante de personas, donde inicialmente se desplazaron 16.235 personas, muchas de ellas aún se mantienen en albergues.
Situación similar se ha presentado en el municipio de Tibú, donde desde el inicio de la guerra, se registró la llegada de 10.235 personas desde diversos sectores rurales y se instalaron en el casco urbano, huyendo de los horrores de la guerra, que revivió lo sucedido en la década de los 90 con la incursión de los grupos paramilitares.
Las condiciones de estas personas siguen siendo complejas, teniendo en cuenta que muchas de ellas no han logrado regresar a sus territorios, y denuncian que no han recibido la atención pertinente por parte del gobierno nacional y que la responsabilidad de su manutención recayó sobre las administraciones locales.
Confinamiento
Según el Puesto de Mando Unificado confirma que 2.476 siguen en estado de confinamiento, por el conflicto entre las estructuras armadas, afectando especialmente a las comunidades indígenas de Catalaura y Motilón Barí en el sector de la Gabarra, zona rural del municipio de Tibú, siendo esta la zona donde más registros de confinamiento tienen las autoridades.
A pesar de que se ha disminuido en un 80 por ciento el estado de confinamiento en el Catatumbo, muchas poblaciones siguen confinadas, debido a la instalación de campos minados cerca a sus hogares y los cuales reciben atención humanitaria por parte de la unidad de víctimas y la iglesia católica en zonas de difícil acceso.
Homicidios
Desde el inicio de la confrontación, 146 cuerpos han sido extraídos de la zona, identificados y entregados a sus familiares, los cuales fueron asesinados en su gran mayoría bajo la modalidad de sicariato.
Sin embargo, liderazgos sociales y representantes de la comunidad, han advertido que el número de muertes está por encima de las 400, las cuales no han sido registradas por la imposibilidad de caracterizar los mismos y la extracción de los cuerpos en la zona.
Conmoción Interior
Las decisiones de la corte constitucional de tumbar en su gran mayoría los decretos de la Conmoción Interior, han generado preocupación en el departamento, teniendo en cuenta que se anunciaron inversiones superiores a los 2.8 billones de pesos, para invertir en vías, educación, salud y desarrollo social.
La reconfiguración de la guerra
Una de las máximas preocupaciones es el aumento en el fenómeno de reclutamiento forzado de menores de edad, del cual no se tiene registro oficial, pero se ha logrado establecer que se ha aumentado de manera exponencial en estos meses, y donde por los menos 40 de ellos, han sido recuperados de las filas del ELN.
Los ataques con explosivos y con drones, es otra de las alertas que tienen las autoridades, que ya deja varias víctimas mortales, entre ellas civiles, a manos del ELN y disidencias de las FARC que están utilizando estás tecnologías.
Sumado a la posibilidad que los grupos armados que están en disputa estén conformando alianzas militares con otros actores que hacen presencia en la región, con el fin de fortalecer la ofensiva que desde el pasado 16 de enero inició en el Catatumbo.
Lina María Mejía coordinadora de la ONG Vivamos Humanos en diálogos con RCN Radio aseguró que se ha logrado conocer por parte de diversas organizaciones sociales, las alianzas entre grupos armados que aumentaría los niveles de violencia en la región.
En medio de la desesperanza, la comunidad del Catatumbo, esperan que después de este periodo de oscuridad, llegue la calma, la tranquilidad y con ello la oportunidad de ser testigos de una inversión sin precedentes, y que fue anunciada por el gobierno nacional, en medio de la guerra, que se sigue librando en el Catatumbo.