Grupos sin jerarquía: miembros de grupos armados delinquen sin control en el Catatumbo
Hay máxima preocupación en la zona del Catatumbo, especialmente en el municipio de Tibú, donde en las últimas horas se han registrado múltiples acciones violentas contra la comunidad civil, quienes siguen siendo las víctimas directas de la guerra en la región.
Secuestros, extorsiones, homicidios y amenazas tienen en jaque a la comunidad del municipio de Tibú, lo cual ha obligado a varias familias a salir de la zona, al ser víctimas permanentes de grupos armados al margen de la ley, quienes hacen fuerte presencia en la región y siguen en disputa por el control territorial.
Los comerciantes, han señalado en repetidas oportunidades, que la extorsión y el secuestro exprés, los tiene al borde de la quiebra. Sumado a los constantes hurtos en viviendas y sobre el corredor vial Cúcuta-Tibú, por parte de integrantes de grupos armados, que pareciera, actúan por decisión propia.
Sin embargo, uno de los casos que mayor consternación ha generado es el asesinato de un menor de edad, identificado como Keiner Santiago Ruíz, quien, según testigos, fue obligado por hombres armados a salir de un evento cultural en el colegio Francisco José de Caldas y asesinado minutos después en zona rural del municipio.
Este hecho ha generado dolor entre la comunidad educativa y la población local, quienes aseguran que el joven no tenía ningún inconveniente, ni había recibido amenazas; sumado a varios asesinatos de jóvenes que se han presentado en las últimas horas en la zona.
Este modus operandi ha generado preocupación en la región, ante la posibilidad de que este tipo de acciones violentas no estén relacionadas con la dinámica delictiva ni militar de las organizaciones criminales. Estos serían temas aislados, que no tendrían la autorización de los líderes o cabecillas de grupos como el ELN y disidencias de las FARC.
Luis Fernando Niño, alto consejero para la paz de Norte de Santander en diálogos con la FM, aseguró que la degradación del conflicto armado en el Catatumbo no permite tener un control sobre las acciones de guerra, especialmente contra la comunidad civil.
"La degradación del conflicto en el Catatumbo impide que se limiten las acciones de guerra de los actores que están en conflicto, y cuando se habla de limitar, es referirse al derecho internacional humanitario, a no involucrar civiles, y el respeto de comunidades especiales, ni niños, niñas o adolescentes; y esto se puede notar con los asesinatos que ocurrieron durante el fin de semana, incluido el de un menor de edad de 17 años en Tibú y otros que han ocurrido en los últimos veinte días en el Catatumbo", expresó el alto consejero para la paz.
Asimismo, Luis Fernando Niño recalcó que este tipo de escenarios se han fortalecido por la ausencia del Estado en esta zona del país, donde las comunidades han quedado a la merced de los actores armados.
De igual forma, el funcionario departamental aseguró que se ha confirmado por parte de las comunidades y la Iglesia católica en el Catatumbo el incremento del fenómeno de reclutamiento y la toma de justicia por mano propia. Esto en desobediencia a los mandos directos de estas organizaciones.
"La desnaturalización del conflicto armado en el Catatumbo permite que este tipo de situaciones se presenten, porque cuando no se respeta el derecho internacional humanitario, cuando los drones caen y afectan a la comunidad civil, o cuando un miembro de un grupo asesina a otro por temas pasionales, con el visto bueno de una organización armada, pues también es la muestra de una ausencia de Estado y debilitamiento institucional".
Mientras este tipo de situaciones se presentan, en la zona las denuncias de acciones contra la comunidad son permanentes; teniendo en cuenta que hace por lo menos unos cinco años, se presentó un escenario similar, donde varios jóvenes fueron asesinados por integrantes de grupos armados por motivos pasionales. A esto se suma el asesinato y el desplazamiento de varias mujeres, quienes habían sido reseñadas en redes sociales como parejas de integrantes de actores armados, en muchos de los casos, sin ningún tipo de fundamento.