Preocupación por instalación de retenes ilegales de grupos armados en la vía Cúcuta-Tibú
El pasado 16 de septiembre se cumplieron ocho meses del inicio de la confrontación armada entre el ELN y las disidencias de las FARC que ha dejado más de 77 mil personas desplazadas, por lo menos 170 homicidios confirmados por las autoridades y más de 3 min personas que siguen confinadas.
A los constantes incumplimientos del gobierno nacional y las decisiones del concejo de Estado de tumbar decretos en el marco de la conmoción interior en el Catatumbo, se suma la continuidad de la guerra en la región, entre los grupos armados, que se disputan el dominio del control de las rutas del narcotráfico en la zona.
La utilización de drones con explosivos contra la población civil, la continuidad de los combates y la instalación de retenes ilegales en gran parte de la región, especialmente en los municipios de Tibú y el Tarra, estaría generando tensión y zozobra entre los habitantes de la región.
Ante esta situación, la comunidad del municipio de Tibú denunció la presencia de un retén ilegal en el sector de Club de Leones en la vía que comunica con la ciudad de Cúcuta por presuntos integrantes del ELN.
En este sector, desde hace varios días, hombres fuertemente armados, están obligando a los pasajeros de empresas de servicios de transporte, a bajar de los vehículos y ser objeto de requisas.
"A veces pasa uno por la zona y no hay nadie, pero después, hay una fila de carros de empresas de transporte, con los pasajeros abajo y las maletas abiertas, como si buscaran algo, a uno le da miedo todo esto"; expresó un habitante del municipio.
Además, denuncian que no hay presencia de la fuerza pública en el corredor vial, lo cual genera mucha preocupación entre la comunidad.
"Ahora sí estamos solos, ya ni el Ejército transita por las vías, ya están a disposición de los grupos armados y eso no nos da tranquilidad, todo sigue muy tenso y complicado".
Por su parte, el secretario de seguridad de Norte de Santander George Edinson Quintero indicó que las denuncias son permanentes y se le ha solicitado a la fuerza pública, extremen controles en estos puntos, donde los grupos armados quieren atemorizar a las comunidades.