Invías habilitó uno de los tramos de la Transversal del Carare cerrado por deslizamientos
Luego de un trabajo continuo durante más de tres días, operarios del Instituto Nacional de Vías (Invías) lograron remover los derrumbes que se presentaban en el kilómetro 3 de la Transversal del Carare entre Vélez y Landázuri.
De esta forma, se habilita un tramo que presentaba graves complicaciones, el cual también había resultado afectado por un fenómeno de remoción en masa.
Sin embargo, la preocupación está en el colapso de tres kilómetros, en donde hay hundimientos y pérdida de la banca, en donde además hay afectación para 89 familias que tuvieron que ser reubicadas ante la destrucción de sus viviendas.
Le puede interesar: Renunció Cristian Portilla, candidato de Jaime Andrés Beltrán a las elecciones atípicas de Bucaramanga
La zona, según dijo el director de Gestión del Riesgo en Santander, Eduard Sánchez, fue declarada en alerta roja, mientras que hacia el municipio de Cimitarra fue declarada la calamidad pública, luego de la caída de postes de la energía por el movimiento de tierra.
El funcionario indicó que se espera que antes de terminar la semana se tenga una reunión con funcionarios del orden nacional, con el fin de confirmar inversión para la recuperación de esta importante carretera.
Por esta razón, la comunidad y el comercio de Cimitarra aseguran estar viviendo una situación crítica por la falta de energía eléctrica y el bloqueo en la Transversal del Carare, que ha afectado el suministro de alimentos, la movilidad y la comunicación en esta zona del Magdalena Medio.
El servicio se vio interrumpido tras el colapso de una torre de energía provocado por las fuertes lluvias que ocasionaron la remoción en masa en la Transversal del Carare. Además, el derrumbe de la vía ha impedido que la Electrificadora de Santander (ESSA) acceda a la zona para reparar los daños y restablecer el suministro.
Lea aquí: La Policía Nacional de Colombia cumple 134 años de historia
Según el director de Gestión del Riesgo de Santander, Eduard Sánchez, “Las condiciones climáticas adversas, con lluvias intensas y deslizamientos de tierra, provocaron la caída de las torres eléctricas. Los daños en la infraestructura han dificultado el acceso a las zonas afectadas, lo que ha ralentizado las labores de reparación y restablecimiento del servicio.
Por su parte, los comerciantes han reportado pérdidas económicas millonarias, pues, según ellos, el voltaje suministrado a través de la línea de suplencia desde Puerto Berrío no es suficiente para mantener en funcionamiento los equipos de refrigeración. Por esta razón, muchos han tenido que alquilar plantas eléctricas, cuyos costos pueden alcanzar hasta $300.000 diarios, lo que representa un fuerte golpe para sus finanzas.
En ese mismo sentido se han pronunciado los campesinos y habitantes de municipios como Landázuri, Vélez y Barbosa, los cuales no pueden trasladar sus productos hacia centros de abasto en otras regiones.
Y aunque algunas personas han hecho trasbordo en esos puntos críticos, a la comunidad se le ha recomendado esperar a que ya no hay riesgo con el desplazamiento de la tierra.